¡Bienvenidos a este blog! Voy a intentar hacer algo bonito y entretenido que sirva de ayuda a la gente viajera, o a los que quieren viajar pero aún no se han decidido a ello. Lo que tienes que entender desde ya es que las mayores dificultades para viajar te las impones tú mismo. Ni tiempo, ni dinero ni miedos. No hay excusas. Yo estaba igual que tú, trabajando, sin dinero ni tiempo. ¿Quieres saber cómo lo dejé todo y empecé a viajar? ¡Sigue leyendo!

Nueva York una de las ciudades más apasionantes y espectaculares en las que he estado. Me encantó desde el primer momento, cuando salí de Penn Station totalmente perdido, muerto de frío, sin internet ni idea de cómo usar el caótico metro. En cuanto me ubiqué, decidí empezar a andar hacia donde tenía mi alojamiento. En mi ingenuidad, lo que en el mapa parecían unas pocas calles, en realidad eran un par de horas andando. Hacía mucho frío, aún no me había puesto la ropa térmica y llevaba la mochila a cuestas, así que después de un rato desistí y cogí un taxi (30 bloques, 5 minutos, $13).